Ciclo A

Exposición del Santísimo Y Oración

 

Exposición del Santísimo 

En San Pedro Apóstol TODOS LOS JUEVES de 19.30 a 20.30

En Santa María TODOS LOS DOMIGOS de 19.00 a 19.30

En Las Mínimas TODA la mañana de 9.30 a 13.00

 

 

 

 

 

 

DOMINGO XXXIII T. ORDINARIO (CICLO A). 19 noviembre de 2023

Pr 31,10-13.19-10.30-31: Que sus obras la alaben en la plaza.

Sal 127: Dicho el que teme al Señor.

1Te 5,1-6: Estemos vigilantes y despejados.

Mt 25, 14-30: como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante.

 

Conocía bien el propietario a sus trabajadores para darles a cada uno “según su capacidad”, no tratando a todos por igual, sino conforme a las posibilidades de cada uno. Esto solo podía conseguirse mediante un trato cercano y asiduo con estos empleados y una buena capacidad observadora. Desde el principio nos está describiendo a una persona con poder, pero amable, justo, considerado y generoso. Pone en ellos su confianza para gestionar una cantidad considerable de dinero y se va, entregando, por tanto, en manos de estos empleados con una responsabilidad importante.  

De los tres dos cumplieron, el tercero no; a aquellos los llamó fieles y cumplidores, y los premió, a este lo consideró negligente y holgazán y lo envió al castigo. Todos trabajaban para el mismo señor, pero, seguramente, la motivación no era la misma. Es precisamente el que menos recibe, quien no cumple con su cometido. ¿Pudo tener envidia el que solo contaba con un talento de los que habían recibido más y se desmoralizó? ¿Tal vez se escudaría en que no había recibido órdenes precisas de su patrono, quien simplemente le entregó el talento y se fue?

Al hilo de la parábola anterior, de las diez vírgenes, donde el descuido de las necias terminó en drama con la imposibilidad de que entrasen en el banquete de bodas, la dejadez de este empleado lleva a reflexionar sobre su relación en el señor. Las vírgenes se habían preparado parcialmente para el encuentro con el esposo, porque no cuidaron el combustible de sus lámparas en previsión de una noche larga de espera. Posiblemente entusiasmadas con la entrada en el banquete, pero sin tener tan en cuenta que tan importante es estar a la puerta para entrar como el recorrido que se hace para llegar hasta allí. Ahora se trata de un trabajador al que su jefe conoce bien y sabe que no tiene tanta capacidad como otros trabajadores. Pero por la otra parte, parece que este empleado no conoce bien a quien le da el trabajo y esto es crucial para el éxito de su faena. ¿Qué debería haber conocido de él? Por supuesto, como él mismo reconoce, su exigencia, pero habría que unirla a la confianza que pone en sus trabajadores. Su generosidad y su rigor a la hora de pedir cuentas de lo trabajado. El modo que tiene de premiar a los que trabajan bien y de penalizar a los que no cumplen con su obligación.

El olvido de alguna de estas características llevaría sin dificultad a una imagen equivocada y parcial del señor. ¿Creería, por tanto, que al ser bueno, no tendría en cuenta su negligencia y lo dejaría pasar? La apelación a la responsabilidad parece subrayada: dar con abundancia para trabajar con esfuerzo sobre ello y rendir cuentas de los frutos del trabajo. El detalle sobre el banco y los intereses es significativo para recalcar que ni siquiera planteó una alternativa segura, pero algo provechosa.

La gratificación final multiplica en recompensa el esfuerzo empleado. Otro elemento importante es el riesgo, solo apto para valientes. Quien se expone a perder se expone también para ganar. Más aún, si de lo que se trata no es del éxito en los negocios, sino de la propia vida, donde te encuentras con unos talentos que han de ser devueltos con beneficios añadidos. No hay comercio sin pérdidas, pero el balance final habrá de ser positivo. Esta victoria causará más cercanía al señor generoso y exigente con nuevas responsabilidades crecidas en importancia y mayor conocimiento del que seguirá dando talentos diversos y aumentados, para seguir sacando provecho de ellos. 

Programación Pastoral 2021-2022